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jueves, 2 de abril de 2020

Crítica de la trilogía de 'Objetivo' - Gerard Butler de mejor a peor

Hace tiempo que el conocido actor Gerard Butler ha centrado su carrera en películas de acción, siendo catalogado como uno de los tipos 'más duros' de Hollywood con producciones como '300' (2006), 'Un ciudadano ejemplar' (2009) y 'Geostorm' (2017). Pero, si hay que señalar las películas que lo han catalogado como personaje de acción debemos detenernos en la trilogía de 'Objetivo', donde el actor luce sus mejores (y peores) galas entre armas, explosiones y tiroteos.


Debemos empezar este análisis con 'Objetivo: La Casa Blanca' (2013). La primera película de la trilogía fue dirigida por Antoine Fuqua y se nota. Este director ha centrado su carrera en las películas de acción y se puede comprobar su experiencia en la realización de dichas escenas. Los emplazamientos de la cámara, el manejo de los momentos de tensión y el control de los tiempos, las pausas y la acción en cada plano está muy bien elaborado. Es importante remarcar que las escenas de acción son realmente crudas, no pretenden ocultar la realidad, pues se aprecian perfectamente los desmembramientos, la sangre y demás.
En esta primera película, aunque podemos apreciar la frescura de la idea, no podemos pasar por alto todos los clichés típicos de las películas de acción patriótica americana: salvar Estados Unidos de un atentado, los malos arrasan magistralmente con todo a su paso, un solo héroe es capaz de matarlos a todos...un día más en la oficina para ellos.

Pero, aún así, hay un buen trabajo detrás del film, con una BSO envolvente que ayuda a crear la atmósfera adecuada y unos actores bastante críbles. Por lo que respecta a Butler, podemos afirmar que se entrega por completo en el personaje y cumple con lo que se espera de él, perfilando un hombre rudo y valiente capaz de salvar al país. Siguiendo con los actores, sorprende ver el papel secundario que tiene Morgan Freeman ('Cadena perpetua', 1994), sin llegar a tener una importancia relevante en el transcurso de los acontecimientos.

En lineas generales podemos afirmar que pese a estar ante una película de acción más, Objetivo: La Casa Blanca cumple con creces, utilizando una buena dosis de efectos especiales y acción capaces de hacer que el espectador desconecte del mundo y se deje llevar con el héroe de los EEUU.


La segunda entrega apareció en 2016, llamada 'Objetivo: Londres' y partía con los mismos protagonistas pero con una trama un tanto diferente: ahora el atentado y el secuestro se llevaba a cabo en Londres. De entrada puede parecer que todo va a ser igual que la anterior entrega, y perfectamente se podría acertar con el final antes de ver la película, pero, hay que reconocer que el cambio de emplazamiento dota de frescura a los acontecimientos. Esta vez el director era Babak Najafi ('Prou Mary', 2018), poco conocido hasta el momento pero con ducho control por las escenas de acción. Como su hermana mayor, este film cuenta con una buena distribución de los tiempos y las escenas de acción están correctamente llevadas a cabo, pero no innova, no hay factor sorpresa y da la sensación que todo ocurre muy rápido.

Por lo que respecta al actor principal, Gerard Butler, sigue en su línea, pero aportándole un punto más de humanidad al personaje, escapando del perfil de soldado y entrando más en lo humano. En algunos casos se le dota de demasiada heroicidad llegando a realizar acciones poco creíbles...pero suele ser lo normal en estas películas.

Nos encontramos ante una secuela que no se diferenció mucho de la primera entrega, cumpliendo con las expectativas, pero sin añadir nada nuevo. Esto los espectadores lo notaron saliendo decepcionados de las salas de cine, lo cual llevó a tomar una decisión drástica en la última entrega.


Hace poco más de un año, en 2019, llegó a las salas de cine la última entrega de la trilogía, Objetivo: Washington D.C. Aquí es donde se desencadenan una serie de cambios que, con la intención de mejorar e innovar en la trama, lo que realmente consiguen es dejar al espectador muy confuso y estropear el personaje de Gerard Butler. En este caso, de nuevo hay un atentado, pero todo se lleva a cabo con la intención de hacer creer que Butler tiene la culpa de todo. En este film al personaje principal le integran unos diálogos humorísticos que no llegan a convencer a nadie, además de crear una línea argumental surgida de 'la nada' sobre el pasado del protagonista y los fantasmas que le atormentan que descoloca por completo. En este caso dirige Ric Roman Waugh ('El infiltrado', 2013) quien abusa de situaciones irrelevantes y escenas forzadas para meter acción. Explosiones sin sentido, persecuciones absurdas y enfrentamientos sacados de la manga...todo ello lastra y empeora la que debería ser la película de cierre de la trilogía.

Gerard Butler llegó a afirmar que este film se parecía a 'Logan' (2017), pero nada más lejos de la realidad. Este film no está a la altura de las anteriores entregas y destruyen todo lo que se había creado por anteriores directores y guionistas.


Los que no esperen tramas profundas, mensajes con segundas y les de igual que les bombardeen con escenas de acción y diálogos de 'machitos' estas tres películas les harán pasar un buen rato. Cumplen con lo que se espera de ellas, a excepción de la tercera, que se sale del camino sin una buena meta. No son las mejores películas de acción de la historia, pero entretienen, que es lo que se espera de ellas.

Lo mejor: Consiguen que desconectes y te dejes llevar por lo visual.

Lo peor: El poco valor de la tercera entrega.

Valoración: 6/10


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