Con el thriller de suspense Insensibles, debutaba a lo grande Juan Carlos Medina. La película tiene dos tramas que se van alternando y ninguna termina de consolidarse. Probablemente si sólo hubiera sido la historia del niño, el guión se habría centrado más en esta parte y se podría mejorar. Ya que tanto presente y pasado, llega a ser un tanto monótono.
Tiene buena ambientación de la guerra y sus asuntos polémicos de la memoria histórica, su apartado visual secundado con la fotografía es fantástico, se puede ver en la primera escena de la hoguera. Un problema que tiene el film es que no tiene claro que quiere ser, si una película de terror, de intriga, fantástica, y ya sabemos que si se quiere ser todo, no eres nada. Dado a esta mezcla de géneros, el desenlace no está a la altura, ya que no sabes, si cerrar la película con un susto, con una lagrima o que sea un final feliz.
Del reparto de actores, destacar la actuación de Bea Segura que encandila al espectador. Uno de los protagonistas Àlex Brendemül, parece que se haya leído una sola vez sus diálogos. A pesar de su irregularidad, se logra mantener la atención del espectador, dado que el tema es novedoso. Aunque Medina se podría haber inspirado en la película "El espinazo del Diablo" de Guillermo del Toro, ya que también transcurre en un orfanato cuando finaliza la guerra civil.
Lo mejor: Bea Segura y la fotografía
Lo peor: No encaja en ningún género y el final es muy abierto.
Valoración: 7/10
Sinopsis
David, un brillante neurocirujano necesitado de un trasplante de médula que, para sobrevivir, se lanza a la búsqueda de sus padres biológicos. Aunque las respuestas sobre su origen parecen ocultarse tras un velo de silencio y misterio, en su búsqueda descubrirá que, en los Pirineos durante la Segunda Guerra Mundial, un grupo de niños sufría un extraño y desconocido mal: eran insensibles al dolor.
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