Tras haber visto la película, la reflexión que nos queda se puede dividir en dos preguntas: la primera, ¿qué haría Liam Neeson en un film que no fuera un thriller? y la segunda, ¿qué sería de esta película sin este actor? Es cierto que su director, Scott Frank, ha sabido escoger a la persona adecuada para un largometraje, cuanto menos, entretenido.
Como ya hemos dicho, esta película puede ganar adeptos, gracias a la actuación de Liam Neeson; cierto que no es su mejor papel, sin embargo, hace de detective a la perfección, teniendo, incluso, planos de acción. No obstante, no todo puede ser positivo; ya estamos acostumbrados a verlo en este tipo de papeles. El problema es que encasillen al actor y no haga otros papeles que puedan hacerle evolucionar un poco más como actor. Necesitamos verlo en otro tipo de interpretaciones.
Un buen punto a favor en este thriller es cómo se consigue conectar el pasado y ver, cómo esto afecta al presente de nuestro protagonista. Ya que, a pesar de haber pasado ocho años, sigue teniendo una herida que no se cierra; además, es por ese motivo por el que Matt Scudder (protagonista) dejó su trabajo de policía.
Lo mejor: Liam Neeson. Sin él, posiblemente la película no hubiera llegado a lo que ha sido.
Lo peor: No ofrece nada nuevo.
Valoración: 5,5/10
Tráiler
Sinopsis
Matt Scudder, un expolicía de Nueva York, trabaja como detective privado a pesar de que no tiene licencia. Cuando accede a regañadientes a ayudar a un traficante de heroína a cazar a los hombres que secuestraron y asesinaron brutalmente a su esposa, descubre que no es la primera vez que esos hombres han cometido este tipo de crímenes. Entonces decide recorrer las calles de Nueva York para detener a los asesinos antes de que vuelvan a matar.
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