Desconozco por qué los expertos de los Óscars dejan pasar una gema tan valiosa como es 'Diamantes en bruto'. Ni una sola nominación a los grandes premios que se celebran la madrugada de este domingo 9 de febrero y, sin embargo, una rotunda y calurosa acogida del público y de la crítica, estos últimos condecorando a la película como merece en otras asociaciones y círculos de prensa. Un consenso casi pleno que alaba a la obra sublime, a los excelentes directores Ben y Joshua Safdie, al renacido Adam Sandler y, en general, al salvaje thriller de una empresa cinematográfica, por cierto, hasta ahora perfecta como es A24.
Tal y como hicieron con otro de sus éxitos, los hermanos Safdie entregan la llave de distribución internacional a Netflix. Si hablamos de joyas es preciso hablar primero de ese 'Good Time' (2017) como una muy valiosa que no hay que dejar de ver en nuestro televisor. Aquel subidón de película protagonizado por un espectacular (y entonces todavía infravalorado) Robert Pattinson sirve de antesala ante lo que nos esperaba ahora con 'Diamantes en bruto'. El viaje frenético y la huida hacia el caos se multiplica aquí por dos o cuatro, al menos en cuanto a aires de maestría se refiere. El drama de este joyero adicto al dinero y endeudado hasta las cejas es un ópalo de virtuosismo visual, espacial y auditivo. Durante dos horas y cuarto vas a tener que ver la película con una angustia que empieza a ser ya el sello característico de los Safdie.
El gran baluarte, el grano que o incomoda o da gusto rascarse, el quid de la cuestión de este peliculón tiene nombre y apellidos. Adam Sandler se mete en la piel de un personaje que da rabia, asco, vergüenza, pena, a veces risa, otras ternura y de nuevo náuseas, le seguimos tan de cerca que hasta nos podríamos imaginar cómo huele. Para mí se trata de una redención brutal de un actor al que muchos daban por sentado que iba a competir con Joaquin Phoenix por la estatuilla. Estoy con ellos, pero también pienso que la película funciona así de bien por sus actuaciones corales, las discusiones a tres bandas, los villanos pobres y los malos ricos (en las dos mejores escenas, dentro de la joyería, participan mas de tres o cuatro personajes hablando a la vez).
'Diamantes en bruto' es la pieza más pulida de los hermanos Safdie, quién sabe hasta donde pueden llegar. No obstante, aunque el estilo delirante, la rara avis que tiene como banda sonora (ochentera y futurista, fascinante), el aspecto agresivo de sus primeros planos y las tomas de decisiones tan a vida o muerte de los personajes o el posicionar la violencia con la comedia... aunque todo ello me tenga ganado como amante de un género que me agite así la mente no puedo dejar de pensar en que se puede aportar mucho más en los aspectos más placenteros del visionado, algo que equilibre fuerzas y pueda así ser reconocida por mucha más gente.
Lo mejor: El final es trepidante.
Lo peor: Tanto nervio y tantos nervios a veces abruma.
Valoración: 8'5/10
Nicolás de Benito
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