Hoy se cumplen dos años del estreno del primer capítulo de 'Paquita Salas', la serie creada por Javier Ambrossi y Javier Calvo que sorprendió a toda una generación y que triunfaría en aquellos Feroz donde ganaron todo, desde los premios al respeto por la buena comedia española.
Aquel 6 de julio de 2016, en la entonces joven plataforma de Flooxer, la gente se encontró con una serie poco usual en la parrilla televisiva. A lo 'The Office' (2005), con la divertida técnica del falso documental y con una jefa que todos desearíamos tener, 'Paquita Salas' es el espectáculo de un día día en la alocada y estresante vida del, en este caso, representante de artistas. Aunque en cierto modo el público esté riéndose a costa de los problemas de este trabajo agotador, la pareja de protagonistas Paquita (Brays Efe) y Magüi (Belén Cuesta) tienen una conexión de respeto tan especial que solo podemos empatizar con sus vidas desde el primer momento.
La cosa va de personas, de personas famosas, y de eso los Javis saben un rato. La industria de los artistas es tan esplendorosa como enigmática. Hay tanto ego y tanta competencia que la confianza está por encima de todo, y Paquita tiene que lidiar con esto todos los días, a cada llamada que recibe. En lo poco que dura un capítulo y una temporada de esta serie (25 minutos y 5 episodios respectivamente) los Javis hacen un reparto equitativo con el humor y el drama. Si es cierto que el tono siempre tiene un toque guasón abanderado por Brays Efe, el desenlace de cada episodio nos desvela una realidad dura que afecta personalmente a nuestra protagonista y nos enternece el corazón. Más allá de las moralinas finales yo me quedaría con la actitud de Paquita ante las sorpresas que recibe en la vida.
Al igual que dice la canción 'Paquita Salas' tiene una pena: quiere más. 10 capítulos de apenas media hora cada uno se hacen muy cortos para una serie con tanto potencial. Afortunadamente Netflix ha confirmado una tercera temporada, y sigue siendo una bendita desgracia que la única pega para esta serie sea su falta de minutos. Brays Efe es un auténtico prodigio de la comedia, y el maravilloso elenco de secundarios y cameos que aparecen en la segunda temporada confirman que el aumento de presupuesto le sienta genial a la serie.
Lo mejor: Brays Efe ha creado él solo un personaje icónico.
Lo peor: Su duración nos deja huérfanos de un plumazo.
Nota final: 8/10
Tráiler:
Mejor que: '¿Qué fue de Jorge Sanz?' (2010)
A la altura de: 'Malviviendo' (2008), 'El fin de la comedia' (2014)
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