Allá por el 2015, el cineasta (entre otras cosas) estadounidense S. Craig Zahler estrenaba su ópera prima, 'Bone Tomahawk', un western que le mereció el reconocimiento a Mejor Director en el Festival de Sitges.
Ya desde el inicio, desde el mismo primer plano, se nos anuncia que la película que vamos a visionar no es un western convencional. A parte de que no es clásico en cuanto a su desarrollo, como podría ser 'The Salvation' (2014), por ejemplo, aun presentando algunas similitudes, el director prefiere no hacernos esperar y enseñarnos muy rápidamente, solo con algunas pinceladas, dónde nos estamos metiendo.
Pronto nos percatamos también, a pesar de que el cartel del filme ya nos enseña a Kurt Russell a lo grande, de que el reparto está poblado de estrellas de lujo (Patrick Wilson, Matthew Fox, Lili Simmons y Richard Jenkins entre otros), que si bien suelen realizar papeles secundarios, es algo que se agradece en una obra que apunta más al anonimato, por desgracia, que a la gran taquilla.
El director de fotografía Benji Bakshi realiza un trabajo notable ofreciéndonos paisajes y planos en general preciosistas y terribles cuando han de serlo, haciendo que la inmersión en el universo del western sea total. Y aquí viene una de las grandes bazas de la película, y es que no solo se encasilla en un solo género, pues en todo momento va a caballo, nunca mejor dicho, entre el purismo de las cintas del oeste, con un estilo que la traslada a la actualidad, y el cine de terror. Craig Zahler logra crear una tensión ya desde el inicio que, paulatinamente, va gestando la atmósfera que será una de las claras protagonistas del filme. Es de admirar cómo, con tan pocos elementos en algunas secuencias, consigue generar esa inquietud terrorífica que brilla a la luz del día entre la arena, los arbustos y los guijarros.
Como dijo el crítico Jordi Costa, de El País, se trata de un western que hace gala de un terror sumamente explícito y (más sorprendente aún) de una comedia extremadamente sutil; una combinación de géneros nada sencilla que, sin embargo, el director logra llevar a muy buen puerto.
Y ya de cara al final y sin desvelar detalles, recalcar que la apoteósis que presenciamos (acertada para algunos, demasiado bizarra quizá para otros) no hace sino hacer eclosionar la burbuja que poco a poco nos va atrapando durante el metraje, ofreciéndonos aquello que esperábamos. De paso, Craig Zahler deja claro que lo bizarro (y habiendo visto su segundo filme, 'Brawl in Cell Block 99' (2017) parece confirmarse) estará bien presente en su filmografía futura.
Toda una sorpresa de filme y de director, al que sin duda habrá que seguirle la pista. Recuerda, en ciertas ocasiones, al tipo de películas que hacía Nicolas Winding Refn o a aquellas dos perlas que realizó consecutivamente David Cronenberg con Viggo Mortensen como protagonista; cine de género renovado cargado de quietud y violencia explícita.
Lo mejor: la combinación de géneros, la atmósfera de terror e inquietud que genera.
Lo peor: que no todo el mundo logre valorar sus múltiples puntos fuertes.
Valoración: 8'5 / 10
Trailer:
Mejor que: Brawl in Cell Block 99
Peor que: otros filmes que, aun en su línea, puedan resultar más innovadores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario