Netflix sigue obsequiando a sus usuarios con películas y series exclusivas que devoramos en cuanto están disponibles en el catálogo. No obstante, el gigante de streaming también suele meter la pata en contadas ocasiones con sus "originales". Esta vez le ha tocado el turno a 'Extinción', la nueva película de Ben Young ('Hounds of Love', 2016) protagonizada por Michael Peña ('Ant-Man', 2015) y Lizzy Caplan ('The Interview', 2014).
La idea que tenía el director en su cabeza no era del todo mala, pero ejecutada y hasta que llegamos al tema importante de la cinta ya existen varias carencias en este proceso. La introducción, con un protagonista visionario que toman por demente, está tan vista ya en la ciencia ficción que aburre de solo oírlo. No hay un intento bueno para encariñarnos con la familia que nos acompañará en todo el trayecto de la inminente invasión alienígena. Incluso hay otra familia amiga en pantalla que no aporta nada, más bien estorba; y todo esto con una actuación superflua y sosa que enlaza, eso sí, con el flojo guion que ya asoma.
No haré spoiler pero es inevitable decir que la idea principal de la película se basa en un giro de guion que, llegado el momento, apenas coge de sorpresa a nadie ni interesa porque la historia ha tomado una dirección que va cayendo en picado hasta desear que acabe la película. La vuelta de tuerca es interesante hasta cierto punto, unos cinco minutos me atrevería a decir, para entonces Ben Young ya ha convertido la historia de ciencia ficción en una peli de serie B donde los protagonistas intentan salvar sus vidas. Michael Peña y Lizzy Caplan hacen lo que pueden con unos personajes sin sangre en las venas y un guion lleno de decisiones estúpidas y sin sentido. El apartado técnico tampoco se libra y creo que, a estas alturas en pleno 2018, llega a sorprender lo mal que se siguen utilizando los efectos a ordenador.
La idea que tenía el director en su cabeza no era del todo mala, pero ejecutada y hasta que llegamos al tema importante de la cinta ya existen varias carencias en este proceso. La introducción, con un protagonista visionario que toman por demente, está tan vista ya en la ciencia ficción que aburre de solo oírlo. No hay un intento bueno para encariñarnos con la familia que nos acompañará en todo el trayecto de la inminente invasión alienígena. Incluso hay otra familia amiga en pantalla que no aporta nada, más bien estorba; y todo esto con una actuación superflua y sosa que enlaza, eso sí, con el flojo guion que ya asoma.
No haré spoiler pero es inevitable decir que la idea principal de la película se basa en un giro de guion que, llegado el momento, apenas coge de sorpresa a nadie ni interesa porque la historia ha tomado una dirección que va cayendo en picado hasta desear que acabe la película. La vuelta de tuerca es interesante hasta cierto punto, unos cinco minutos me atrevería a decir, para entonces Ben Young ya ha convertido la historia de ciencia ficción en una peli de serie B donde los protagonistas intentan salvar sus vidas. Michael Peña y Lizzy Caplan hacen lo que pueden con unos personajes sin sangre en las venas y un guion lleno de decisiones estúpidas y sin sentido. El apartado técnico tampoco se libra y creo que, a estas alturas en pleno 2018, llega a sorprender lo mal que se siguen utilizando los efectos a ordenador.
A caballo regalado no le mires el diente también podría decir. Pero el hecho de que esta idea podría haber servido como cortometraje acaba dando la sensación a los espectadores de hacerse muy pesada y que se ha perdido el tiempo viéndola.
Lo mejor: un punto de vista "original" de las invasiones extraterrestres.
Lo peor: Mala calidad en todos los costados.
Valoración: 4/10
Nicolás de Benito
Tráiler:
Mejor que: 'Puertas abiertas' (2018)
Peor que: 'Aniquilación' (2018)
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