En palabras de su director, Javier Ruiz Caldera, con su film han querido rodar un cómic de Bruguera como si fuera una película de Marvel . Y la verdad, yo diría que consigue su objetivo.
La película se basa en los cómics de Anacleto, el espía mas famoso de los tebeos españoles, pero dudo que le sea del todo fiel (de hecho la acción se sitúa con un Anacleto 30 años más viejo). La adaptación sirve de excusa para realizar una película cómica de acción, no para homenajear al personaje creado por Vázquez.
La película tiene humor, gracia, chistes, aunque no es una comedia inteligente. Eso sí, puede presumir de tener un notable numero de risas en sala. Imanol Arias está bien, pero Quim Gutiérrez le va comiendo terreno en el plano cómico, y luego están las apariciones de un Berto Romero estelar, que se lleva todas las risas del publico, haciendo del clásico secundario español que se come a los protagonistas.
Lo dicho, película palomitera, sin pretensiones, pero con la ambición de ofrecer un producto potente, lista para competir con los blockbusters americanos por los primeros puestos en la taquilla, mostrando que en nuestro cine cada vez se cuida mas la visión comercial y de industria.
Un último apunte friki: el malvado del film, Vázquez, interpretado por Carlos Areces, es el propio autor de los cómics de Anacleto, Manuel Vazquez, que se ponía de villano en sus propias historias sobre el famoso espía español.
Lo mejor: su intención de entretener, su acción, su humor y su duración (90 minutos compactos, suficientes, más tiempo hubiera resentido la tensión narrativa)
Lo peor: la presentación del personaje antes y durante los títulos de crédito, un poco pobre
Puntuación: 8/10
Adolfo, un treintañero que trabaja de segurata, está pasando una mala racha. No sólo le deja su novia de toda la vida por ser un tipo sin ambición sino que, para colmo, se convierte en el objetivo de una serie de matones liderados por Vázquez, un peligroso criminal que acaba de escapar de la cárcel. Además descubre que su padre tiene una doble identidad. No es un payés dedicado a la producción de embutidos, como él ha creído toda la vida, sino que es Anacleto, un agente secreto en horas bajas y el hombre que encerró a Vázquez hace treinta años. Adolfo tendrá que abandonar su zona de confort y colaborar con su padre, la persona con la que peor se entiende del mundo, para sobrevivir a la venganza de Vázquez y, de paso, entre tiroteos y persecuciones, intentar recuperar a su novia.
Tráiler
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