Léolo, la poesía escatológica.

Una película de Jean- Claude Lauzon, que actúa con brusquedad en el espectador. Algunos la catalogarán de arte, otros, como repulsiva, pero lo que es seguro es que no deja indiferente a nadie. Como si se tratara de una alegoría al amor y a la locura, 'Léolo' aprovecha una de las citas más reconocidas de Cervantes para presentar el lugar de la narración: "En un lugar de Sicilia". Una narración que está plagada de simbolismos y excentricidades y que en cierta medida recuerdan a la altruista 'Amélie', pero con la diferencia de que en esta ocasión cuenta con elementos más próximos a la inmundicia.

'Léolo' se introduce en la mente de un niño, vemos a los personajes a través de los pensamientos de Léolo, como si el espectador estuviera en su cabeza, hasta en ocasiones podemos llegar a confundir su vida real con la ficción que él construye en su mente, un aspecto que ocurre a menudo en los niños. Aunque en el caso de Léolo, utilizará la literatura y la poesía para evadirse de esa tormentosa realidad que vive, para ello también utiliza los sueños, unas vivencias oníricas, que están más cerca de la realidad que de la fantasía y que nos vuelve a recordar a Cervantes. El protagonista interpretado por Maxime Collin (Léolo), mantiene una lucha entre la fantasía y la cordura, cada plano perfectamente trabajado para transmitir esos dos espacios: un mundo onírico donde las cosas no son lo que aparentan y una realidad repugnante pero que al mismo tiempo es metafórica. 

'Léolo' muestra la belleza de la suciedad, la dulzura de lo rancio, la alucinación de la realidad. Una película que de forma poética nos habla de los rechazos, de las atracciones, de una pulsión incontrolable y de cómo buscamos un refugio donde huir de aquellas experiencias traumáticas que nos plantea la vida. El alcohol, el tabaco o el sexo como medios inhibidores del horror. Una película con un guión muy arriesgado, pero que a pesar de su estilo esperpéntico y de sus grotescas escenas actúa con la sinceridad y la belleza de un poema. 

Lo cierto es que muchos pensarán que la mugre no puede formar parte de una obra artística, pero esta película nos lo desmiente. Lo asqueroso, lo que produce náuseas y lo que nos revuelve la tripa también puede ser arte, se trata de transmitir esa vida que vive Léolo, y qué mejor manera, que no aguantar la mirada en algunos planos, o producir angustia en el espectador, y es que lo grotesco también es una categoría del arte.

Lo mejor: Cumple con su objetivo, produce en el espectador un efecto repulsivo pero al mismo tiempo una metáfora de esa trágica infancia.

Lo peor: Para muchos espectadores la repulsión puede llegar demasiado lejos y no acabar con el visionado de la película.

Valoración: 6/10

Cristian Fuster

Tráiler:

Sinopsis:
Léolo es un humilde niño que vive en un pequeño barrio de Montreal, atrapado en una sórdida existencia. Cada noche intenta evadirse por medio de los recuerdos, los sueños y su desbordante imaginación, pero la cruda realidad familiar interrumpe siempre sus fantasías: tiene un padre obsesionado por la salud intestinal de toda la familia, un hermano culturista que vive preso del miedo, dos hermanas que padecen trastornos mentales, un abuelo al que nadie presta demasiada atención y una madre enorme que domina el microcosmos familiar.