Kiki, el amor se hace: Derroche de energía por los cuatro costados

Si algo nos ha demostrado Paco León en los últimos tiempos es que es algo más que 'El Luisma' de Aída (2005) ya que con el estreno de su tercer largometraje como director ha logrado sorprender a los más escépticos y obsequiar a los espectadores con esa dosis de buen rollo que tanta falta nos hace en estos tiempos. Y es que 'Kiki, el amor se hace' (2016) es eso mismo, un derroche de vitalidad y energía que te mantiene pegado a la butaca durante poco más de hora y media. 

Hasta este momento ningún director o guionista se había atrevido a tratar el sexo con tanta naturalidad como hace Paco León en su película. Más que el sexo todas esas parafilias sexuales que en algún momento hemos tenido más de uno y a las que no les hemos encontrado explicación ni científica ni emocional. De parafilias, filias y fobias vive 'Kiki, el amor se hace' y como predica su título de amor, mucho amor. 

Estructuralmente nos encontramos una película coral protagonizada por cinco parejas cuyos problemas se basan en cinco parafilias sexuales concretas que tratan de integrar en su vida. Historias independientes que no se entrelazan entre ellas y que hacen que inevitablemente el espectador preste más atención a unas que a otras. Quizás la estructura y cómo está contada la película es uno de los puntos débiles de la misma aunque no debemos caer en la trampa de considerar este elemento como algo negativo ya que en todas las historias encontramos un leitmotiv -si se puede considerar como tal- común y que veníamos necesitando en las películas de nuestro país: el sexo bien contado. 

Otro de los aspectos más relevantes para acudir a ver la película es un elenco en estado de gracia. Un primer grupo formado por actores que piden paso y otro formado por esos actores que película tras película buscan cobijo en nuestras retinas y que a su vez, nunca dejan de sorprendernos. En el primer grupo destaca la grandísima actuación de Belén Cuesta que sin duda, se ha ganado a pulso estar considerada una de las actrices revelación de nuestro país y que ya copa los repartos de las comedias españolas de los últimos meses. Otra de las protagonistas de 'Kiki' es Natalia De Molina que con la cinta de Paco León ha demostrado su versatilidad para enfrentarse a argumentos que se encuentran a años luz entre ellos, pues no podemos olvidar que la actriz jienense ha logrado alzar dos premios Goya en apenas dos años: Mejor actriz revelación por 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' (2013) y Mejor actriz protagonista gracias a la dura 'Techo y Comida' (2015). Junto con Belén y Natalia, Alexandra Jiménez también nos ofrece una interpretación a la altura del carácter festivo que requiere el guión y es que a lo largo de la película nos sorprende con pequeños detalles que hacen que su personaje sea uno de los más entrañables. En el bando masculino encontramos la interpretación de Alex García que nos propone una interpretación desenfadada, macarra y con la cantidad perfecta de corazón para que caigas rendido a sus pies. Más breve pero muy positiva es la aparición de David Mora, un descubrimiento que esperemos, haya venido para quedarse. 

En el segundo grupo de actores consolidados encontramos a una Candela Peña sobresaliente que nunca deja de sorprendernos y que junto a Belén Cuesta se consolidan como las dos mejores actuaciones de la película. Como supporter de Candela Peña encontramos a un Luís Callejo enternecedor y tan campechano como siempre. Por otro lado, la pareja más experimentada a nivel actoral es la formada por Luís Bermejo actor de cuna procedente del teatro y que demuestra que está a pleno rendimiento y Mari Paz Sayago cuya interpretación pasa más desapercibida pero que se ha convertido en una fija para Paco León. Mención aparte merece el descubrimiento de Ana Katz, argentina de nacimiento que se pone por primera vez bajo las órdenes y las cámaras de un director español con una interpretación más que notable. Y como no el propio cameo del director en su película.

Como dato curioso y según declaraciones del propio Paco León: 'Kiki' está formada por sus actores favoritos' que además comparten el mismo nombre con los personajes de la película para que los actores logren una mayor cercanía con los personajes a los que interpretan.

En cuanto al aspecto técnico no cabe duda que Paco León se confirma como director en este largometraje ya que es la película mejor resuelta técnicamente en comparación con sus anteriores trabajos 'Carmina o Revienta' (2012) y 'Carmina y Amén' (2014). Localizaciones escogidas al milímetro hechas para que se de una mimetización ente espacios y personajes acompañadas de una dirección artística sencilla sin adornos innecesarios pero más que 'resultona' con constantes alusiones a la época veraniega y a ese Madrid de pleno agosto más soleado y cálido que nunca. No se queda atrás la dirección de fotografía que se resuelve de manera sobresaliente con una textura sinuosa y una colorimetría en consonancia con la filosofía tropical de la película. Ambos aspectos acompañan a una buena realización de Paco León con un montaje rápido y dinámico y algunos planos que parecen sacados de los aborígenes del cine independiente. Todo ello se remata con una banda sonora que le va como anillo al dedo a la película, en especial la canción final interpretada por el grupo mexicano 'Pedrina y Río' y la pegadiza 'Enamorada' que logra levantar a más de uno de la butaca. 

Con todo ello y según el propio Paco León estamos ante una película totalmente libre pues no podemos olvidar que se trata de una adaptación de la película australiana The Little Death (2014) con la que Paco León ha conseguido inspirarse y firmar un film más que completo catalogado como una comedia erótico-festiva aunque lo cierto es que ha logrado ser más festiva que otra cosa. En definitiva si quieres pasar un rato agradable 'Kiki, el amor se hace' es tu película.

Lo mejor: La confirmación de Paco León como director.

Lo peor: Podría haber aprovechado mejor la conexión entre historias. 

Nota: 8/10

Aixa Valiente. 

Tráiler

Sinopsis

Cinco historias de amor y de curiosas filias sexuales coinciden en un calenturiento verano madrileño. Dacrifilia, elifilia, somnofilia y harpaxofilia son algunas de las particulares formas de obtener placer que descubren nuestros protagonistas, pero para disfrutarlas tendrán que decidir como integrarlas en sus vidas. Sus sentimientos, sus miedos y sobre todo su sexualidad se transforman rompiendo tabúes, adentrándose en una etapa nueva, emocionante y libre donde no se reniega ni del placer ni del amor.