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sábado, 1 de diciembre de 2018

Crítica (sin spoilers) de 'La maldición de Hill House', ¿Quién dijo miedo?

Con una premisa tan convencional pocos se imaginaban el éxito que iba a tener esta serie de terror estrenada en vísperas de Halloween. Mike Flanagan ('El juego de Gerald', 2017) dirige con mucha experiencia a sus espaldas comandando un carrusel de guionistas especialistas en el género de horror e interpretando las historias dentro del libro de Shirley Jackson: The Haunting of Hill House


Netflix tenía marcado en rojo el final de octubre. Dio a luz a dos series escalofriantes, la primera el extraño pero satisfactorio reboot de la bruja Sabrina, la segunda una adaptación (y homenaje) de las leyendas de la famosa novela 'La casa encantada' de Shirley Jackson. Adoro el atrevimiento y desparpajo del primero, en cuanto al segundo me quedo un poco indiferente. Fue una sorpresa el lanzamiento de esta adaptación con tanta dedicación en su producción, pero esta exigencia surgida de la nada no parece estar reflejada en todos los aspectos de una serie que debió ser perfecta. Resulta increíble que ante tal despliegue de escritores con el terror corriendo por sus venas el problema más gordo sea el guion, y de la mano va una pésima dirección de unos actores sacados de un casting bochornoso.


La envoltura, eso sí, de este bombón de chocolate negro es de oro macizo. Aunque la historia no va más lejos de la originalidad que te puedas encontrar en un oscuro relato de Edgar Allan Poe, está perfectamente contada con un método de hilado con la precisión de un cirujano uniendo pasado y presente. A nivel visual y sonoro no se le puede sacar ningún pero, sin embargo, cuando profundizamos en el sabor de este macabro dulce es cuando empiezan los problemas. 

La mayoría de los personajes no transmiten nada cuando lo único que teníamos que ver en ellos es miedo, y sus problemas personales se sienten muy pesados hasta que cobran sentido en los últimos capítulos. Únicamente se salva una espectacular Carla Gugino ('El juego de Gerald', 2017) como matrona que se debate entre la luz y la oscuridad, y un debut sorprendente de Victoria Pedretti, quien sí consigue asustar al espectador y meterle el miedo en el cuerpo con su sola presencia. Por no hablar de los niños actores que se han ganado un hueco en el corazón de los fans de la serie, en especial el que interpreta al pequeño Luke.


Y es que miedo, lo que se dice miedo, languidece ante tanta escena monótona y tanto soliloquio mísero. Mientras se va cocinando el screamer lo único que vemos son bocas moviéndose y peleas de hermanos que poco importan cuando lo que queremos es gritar de miedo. Si la intención del director era no caer en el terror convencional tampoco consigue crear un ambiente de tensión que nos haga sufrir como lo hacen los actores de manera impostada. 

Hay que esperar 9 capítulos de una hora cada uno para llegar a un final donde por fin suceden cosas y se entienden otras, un final que sí disfruta el espectador porque le está generando sentimientos, le mueve a pensar teorías, a conmoverse con lo que están pasando los personajes, en resumen: un buen final que provoca un efecto en el público.

Lo mejor: El vaivén entre el pasado y presente que acaban en un desenlace satisfactorio.

Lo peor: Hay que hacer un esfuerzo por creer a los actores y, por ende, a la trama.

Valoración: 6/10


Tráiler:



Mejor que: 'Castle Rock' (2018)

Peor que: 'American Horror Story: Asylum' (2012)

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