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viernes, 12 de abril de 2019

Crítica de 'Tienda de unicornios', el debut de Brie Larson como directora

Netflix envuelve como regalo el debut de Brie Larson como directora, una cinta de pastelosa premisa con toques interesantes, pero bastante olvidable.


La madre que cuidaba de aquel adorable pequeñín en 'La habitación' (2015) tenía un sueño. No, no era convertirse en la 'Capitana Marvel' (2019), que también, si no dirigir su primera película y llevarla a los cines de todo el mundo. Brie Larson tendría su oportunidad en el Festival de Toronto de 2017, pero la crítica encumbró a Greta Gerwig y su 'Lady Bird' en vez de a ella, y 'Tienda de unicornios' quedó en el almacén esperando un atisbo de gesto de buena fe.

Y así llegamos al presente donde, a escasos días de que la Capitana Marvel le de su merecido al poderoso Thanos, Brie Larson se apoya en Netflix (y viceversa) para lanzar esta película de aspecto y contenido indie, escrito por Samantha McIntyre, lejos del bullicio, de la crítica y de posibles problemas de taquilla.


'Tienda de unicornios' va sobre Kit, una artista de alma joven (casi infantil) que se enfrenta por primera vez con la vida adulta y también con la posibilidad de hacer realidad su sueño desde que era pequeñita: tener un unicornio. Como toda cinta naif, esta historia habla sobre todos nosotros, no solo de una persona, y sobre algo tan universal y generacional como es la madurez.

Me gusta Brie Larson sacando su sentido del humor más inteligente (aquel género que le hizo despegar en el cine) y dirigir así escenas con bastante ingenio como aquellas en las que Kit se enfrenta a la vida del oficinista o la secuencia de la primera vez que entra en la misteriosa tienda llamada "La tienda". Me recordó mucho a la gracia y a la habilidad de composición de planos que tienen genios de la dirección como Michel Gondry o, más concretamente, Spike Jonze en 'Cómo ser John Malkovich' (1999).


La saturación de infantilismos de la protagonista se atenúan con cierto éxito gracias a dos personajes secundarios que, a pesar de no tener mucha profundidad en su psique, añaden encanto y sentido a lo que se cuenta. Samuel L. Jackson se resiste esta vez a decir su palabrota favorita, pero está igual de icónico que siempre, ayudado eso sí por el gran esfuerzo en el diseño de producción y vestuario.

Pero la sorpresa llega de manos de Mamoudou Athie, Virgil en la película, quien consigue transmitir ese extraño sentimiento de aprecio por Kit y su fantasioso capricho, y el espectador se siente tan incómodo como esperanzador por la conexión que se ha creado entre ambos personajes.


La esperanza de vida de 'Tienda de unicornios' en nuestra memoria es bastante baja. Aún así, no creo que haya que reprocharle nada a Brie Larson y a su tarta de caramelos rosas, pues su mensaje sobre niños atrapados en cuerpos de adultos pervive siempre en nuestro corazón tierno, jugoso para gigantes como Pixar pero también para las más pequeñas producciones.

Lo mejor: El guion recuerda a un Charlie Kaufman cuando se pone ñoño

Lo peor: Sobrepasada la bobería, no encontramos mucho más

Valoración: 7/10


Tráiler:



Te gustará si viste: 'Lady Bird' (2017)

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