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viernes, 6 de septiembre de 2019

Crítica (sin spoilers) de 'Cristal Oscuro: La era de la resistencia', no se hacían precuelas como estas

La Jim Henson Company y Netflix ha resultado ser un encuentro mágico. 'Cristal Oscuro: La era de la resistencia' es tan friki (en el buen sentido de la palabra) como la recordábamos, una precuela muy esperada y un reboot especial, a la altura de la obra de culto.


Aun con el apoyo de los nostálgicos, que no son pocos, revivir una película de marionetas de hace casi 40 años no iba a ser tarea fácil. Los Teleñecos lo mismo se van a una isla del tesoro que a lo poco están en el espacio de aventuras, te dan juego, tus hijos pasan un buen rato y a dormir que es pronto. Con la saga 'Cristal oscuro', sin embargo, las cosas cambian un poco. Aunque parezca que el imaginario siga teniendo ese aspecto infantil, la historia de los Skeksis y los Gelflings encubre la fantasía de dramatismo y heroicidad.

Por otra parte, "jugar con muñecos" en plena era de cine en CGI puede resultar una tomadura de pelo a una persona que vea esta serie en su tablet y, además, tenga en "Mi lista" cualquier anime o cartoon. Es difícil tomarla en serio, es reconocible, pero el esmero y el talento para una creatividad tan original en estos tiempos se tienen que alabar como se merecen: con respeto y admiración. Solo hay que ver algún "cómo se hizo" que hay en Youtube para fascinarte por este arte titiritero.


Louis Leterrier, director junto a los creadores Jeffrey Addiss y Will Matthews, dice que "la idea es que cuando veas la serie te olvides de que estas viendo marionetas", y algo de razón tiene. Es el tono y los diálogos lo que te sigue recordando que se trata de un cuento (como el del fantástico 'Dentro del laberinto', 1986). Tiene sus momentos mágicos como cuando uno de los personajes explica una historia con marionetas, y sus momentos más toscos como las escenas de batalla o acción, donde muchas son arregladas con tecnología digital para no bajar drasticamente el listón .

Las voces pueden ser, me atrevería a decir, la mitad o más del éxito de ésta serie. Sin menospreciar la dirección y el trabajo artesanal, cada jadeo, gruñido y aullido de estos fabulosos personajes te transporta a épocas pasadas, a ese tono de cuentacuentos que te hace sonreír y añorar a todos y cada una de las especies que salen. En su versión original, la cual recomiendo con entusiasmo, destaca todo el reparto de Skeksis, con Mark Hamill a la cabeza, Donna Kimball como Aughra, y todo el elenco de estrellas desde Lena Headey, Helena Bonham Carter a Taron Egerton y Nathalie Emmanuel.


Además de las voces, todo el espectro de sonidos, música y cantos son encantadoras y totalmente inmersivas en este universo loco. Los detalles de los diseños (de los Skeksis, sobre todo), los paisajes y entornos, los adorables personajes secundarios (esos valientes podlings y fizzgigs)... Todo hace que la historia funcione de igual manera que lo hacen las mentes de Tolkien o R.R Martin.


No, no es tan brillante el cristal que reluce. Los diez capítulos de casi una hora cada uno se hacen muy pesados, sobre todo para esa gente indecisa que no sabe de qué va todo este tema. La historia de poder, traición, amistad y rebelión ni va a tener (evidentemente) el mismo tirón que Juego de Tronos ni va a ser nunca lo mismo. 'Cristal Oscuro: La era de la resistencia' es ambiciosa y entretenida, pero solo será mágica para el que lo quiera ver.

Lo mejor: El amor por contar historias de forma tan original.

Lo peor: El excesivo metraje, seguramente impuesto.

Nota final: 8/10

Nicolás de Benito

Tráiler:



Te gustará si viste: La película original, 'Cristal oscuro', de 1982, que también está en Netflix.

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