Todos los años, al llegar el invierno, en la localidad de Punxsutawney (EEUU) se celebra el 2 de febrero el llamado Día de la Marmota, un día curioso que esconde una tradición cuanto menos peculiar. Consiste básicamente en sacar de su guarida a un marmota y calcular, según la sombra que proyecte, si el invierno se ha acabado o todavía faltan algunas semanas.
Pues bien, de esto trata el film del que vamos a hablar, El día de la marmota (Groundhog Day, 1993), una de las comedias mejor consideradas sin duda
alguna, protagonizada por Bill Murray, con un guion muy sólido (premio BAFTA
al mejor guión original), unas interpretaciones en estado de gracia y una factura
impecable.
Bill Murray y su cara de apatía pegan que ni pintado para su personaje, que
sufre un arco de transformación mediante el cual va cambiando de tipo agrio a
buena persona (quizás lo único reprochable al film, este maniqueísmo, pero en
realidad queda muy bien, incluso es necesario para la historia). De este modo,
a base de vivir el mismo día una y otra vez acaba sintiéndose como Dios, al
terminar conociendo cada uno de los detalles de todas las personas del pueblo,
conformando un personaje pasota y creído que llega a resultar encantador.
El casting está perfectamente elegido: con Andie MacDowell, como la mujer que
dará sentido a la continua estancia de Phil en la ciudad, Chris Elliott, como el
cámara bonachón, o Stephen Tobolowsky, el vendedor de seguros pesado que
protagoniza uno de los mejores running-gags de la película.
Para terminar, apuntar que el director de la cinta es Harold Ramis,
recientemente fallecido y el compañero de Murray en Los cazafantasmas (el de
las gafas). Responsable de una película redonda que no tiene desperdicio y de
una gran interpretación de Murray (a pesar de que saltaron chispas entre
ambos en el rodaje, quizás por la reciente ruptura del actor con su novia,
enfado que se prolongó hasta que se ambos se perdonaron momentos antes
de la muerte del director).
Y dicho esto, ¡a disfrutarla!
Victor Devesa
Tráiler
Sinopsis
Phil Connors, el hombre del tiempo de una cadena local (Murray), viaja a un pueblo de la américa profunda para retransmitir en directo el día de la marmota, pero al acabar el día una nevada hace que no puedan regresar ni él ni su equipo. Al despertarse a la mañana siguiente se da cuenta que en la radio han puesto el mismo programa del día anterior, pero no, ¡en realidad es el mismo día de ayer, el día de la marmota!
Al mismisimo Bill Murray no le gustaba la idea, ya que no se leía los guiones. Menos mal que se lo leyó y le convenció. A mi me parece una grandísima película, muy original que, por lo que he leído del "crítico por excelencia" marcó un antes y un después en lo que a comedias románticas se refiere. Me pareció genial esta película cuando la vi por primera vez de pequeño y no se muy bien porqué. Película absurda a más no poder, pero porqué no realista. ¡Mira que quedarse enganchado el tiempo en el mismo día de la marmota! Creo que me fascinaba el hecho de poder ver qué ocurriría si haces una cosa o haces otra, tus consecuencias a tus decisiones, acciones y hasta de tu personalidad. Es bello ver cómo el personaje empieza aprovechándose de las situaciones que conoce y cómo ve que le llena más hacer el bien por el resto que por sí mismo. Yo creo que la trama del amor no tiene nada que ver con la historia, es un simple añadido al verdadero y repetitivo conflicto, vivir el mismo día una y otra vez, algo que puede convertirse en un infierno, una rutina que si quiera acaba tras varios intentos de suicidio. Tiene mucho símbolo, mucho mensaje, tiene mucho esta película, por no hablar del tema "I got you babe", que se habrá convertido en el sonido de despertador de muchos cinéfilos.
ResponderEliminarAquí tenemos a nuestros dos colaboradores opinando de esta gran película. Gracias Aaron J. Martín por tu gran aportación
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