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sábado, 6 de agosto de 2016

'Jason Bourne': entre lo clásico y los posmoderno

Paul Greengrass viste la última película de Jason Bourne, el espía sin memoria, con una pincelada del aire más clásico de la saga, aunque se respira ruptura a medida que avanza la obra. Brillantes son las escenas de acción, en especial, una de las más icónicas de la saga: las persecuciones en automóvil por el medio de una Atenas sumada a los gritos de revolución del pueblo griego. Greengrass consigue, con un sinfín de recursos técnicos, que el espectador perciba la tensión y la adrenalina que ocupa cada una de las acciones de los protagonistas, los cuales merecen una mención aparte. La actriz Alicia Vikander se desenvuelve a la perfección en cada uno de sus papeles, y Matt Damon  confirma que su interpretación en 'Interstellar' solo fue un accidente a olvidar. Jason Bourne respira en pantalla, sin problemas, con cada gesto de Damon.



La saga iniciada por Doug Liman con 'El caso Bourne' (2002) se distinguía de los otros films de espías por la incapacidad del protagonista de recordar su pasado. El propio Greengrass siguió con dicha incapacidad en: 'El mito de Bourne' (2004) y 'El ultimatum de Bourne' (2007) hasta que se puso al cargo de 'Jason Bourne'. Se desmarca, de forma descarada de las anteriores, avisándonos desde el principio que Bourne, como dice él: 'Lo recuerdo todo'. Atrevida y arriesgada decisión del director inglés, que no acaba de resultar, pues pierde el encanto trágico y el deseo malvado del espectador por ver sufrir al protagonista que no sabía de qué lado estar. Ahora Greengrass nos sitúa en una época donde el espionaje es el resultado de la industrialización social -redes sociales- y el uso cotidiano de ella por parte de la población. En la época postsnowden y de la crisis griega emerge el Jason Bourne más clarividente y seguro de sí mismo. Se edifica así en el héroe más clásico, que sabe por quién luchar.


En un contexto donde la premisa dictamina que la información es poder, es necesario ampliar las áreas de información. La CIA, dibujada como una amante del poder, se empeña en introducir dicha premisa en su hoja de ruta. Greengrass nos deja ver las relaciones 'amistosas' entre la CIA y un rico empresario dueño de una empresa estilo 'Facebook'. De forma magnífica, elegante y sutil, el director deja al espectador extraer sus propias conclusiones sobre la similitud entre la ficción y la realidad. Una trama secundaria que Greengrass ya aplicó, con la misma fórmula, en 'Green Zone' (2010) con el propio Matt Damon como protagonista. El contexto de guerra cibernética cohabita en pantalla con la revolución del pueblo griego. En medio de una guerra urbana entre revolucionarios y las fuerzas policiales, Greengrass diseña una persecución en medio de un laberinto urbano. Un diseño arquitectónicamente caótico en el que Bourne se desenvuelve encima de una moto y perseguido por la policía y la CIA. Pero  no es Bourne el único que disfruta de la situación. El diseño y la ambientación de las escenas, como los movimientos de cámara hacen de ella una escena para el recuerdo y a la altura de la persecución en Mini del 'Caso Bourne'. 



Algo más que pinceladas que consiguen construir una trama interesante, que funciona, pero que con diferencias resulta ser una película más de Bourne. Un blockbuster que proporciona entretenimiento pero del que se esperaba algo más, falta alguna pieza en el puzzle, algo que Greengrass podría encontrar de la mano de la pareja Vikander-Damon. La actriz Alicia Vikander se muestra fría, calculadora y despiadada. Un gran papel que acompaña la actuación de Damon, que como Jason Bourne se muestra infalible. El que no consigue mostrarse igual que el dúo protagonista es Tommy Lee Jones. El veterano actor, quizás por exigencias del guión, muestra un rostro agostado y sus últimos papeles de villano lo llevan a ser considerado un 'cansino histórico'.

'Jason Bourne' de Paul Greengrass resulta una buena película de acción que tiene momentos de gran lucidez y brillantez, las escenas de Grecia son simplemente espectaculares, que goza de un buen reparto pero que pierde al compararla con las anteriores.

Lo mejor: la persecución en Grecia
Lo peor: Tommy Lee Jones

Valoración: 6'5/10


Tráiler:

3 comentarios:

  1. La persecución de Las Vegas es también muy buena. Una lástima lo desaprovechado de Vicent Cassel y la relación con Tommy Lee que se sospecha por pinceladas.
    Lo pero es la nueva versión del tema final de Moby, tocó la perfección en el "Ultimatum de Bourne".

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  2. Totalmente de acuerdo con todo. La escena de Las Vegas es muy buena también, pero para mi no esta a la altura de la de Grecia. Gracias por leernos!

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  3. Totalmente de acuerdo con todo. La escena de Las Vegas es muy buena también, pero para mi no esta a la altura de la de Grecia. Gracias por leernos!

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