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martes, 5 de mayo de 2020

Crítica 'Sátántango', una ardua batalla contra el tiempo con recompensa final.

Gracias a D´A Film Festival Barcelona, que este año por causa del coronavirus se ha tenido que celebrar de manera streaming a través de Filmin, los espectadores han podido ver la versión restaurada de la obra magna de Béla Tarr: 'Sátántangó' (1994). 

La película con una duración de 7 horas, narra la vida de un pequeño pueblo de Hungría poco después de la caída del comunismo. Sin una historia desarrollada clara, Béla Tarr, trata el realismo de aquella época a través de los ojos de sus diferentes personajes: Una niña, un doctor o un misterioso hombre que llega al pueblo después de haberlo dado por muerto, entre otros. Sin duda una experiencia única que nos regala D´A Film Festival con motivo de su 25º Aniversario


Debido a la larga duración del metraje, 450 minutos, Filmin a decidido dar la opción de ver la película en 3 partes, perfectamente divididas. Lo que ha sido todo un acierto, de esta manera el espectador puede visionar 'Sátántangó' sin perder el hilo y sin que la fatiga le pueda jugar una mala pasada. 

Hay que destacar, que a parte de ser una película extremadamente larga, también le arrastra un tempo lento, llevando al espectador a una profunda reflexión, no solo sobre el realismo que Béla Tarr refleja en sus imágenes, sino también preguntándose; ¿hasta que punto la duración y el ritmo de la película son solo elementos que magnifican la conducta de aquellos espectadores que ya la han visualizado? 


Sería raro decir que te han cobrado 10 euros por un café y que además estaba asqueroso, ¿no? En este caso, siendo objetivos, a pesar de lo pretencioso que se muestra Béla Tarr obligándonos a contemplar sus largos planos. Sí que podemos apreciar unos esplendidos recursos técnicos y un aire de película de culto que nos recuerda a uno de los mayores influyentes de la historia del cine, Andréi Tarkovski

La película esta dividida en 12 capítulos que funcionan a modo de tango, seis capítulos donde la narración avanza hacia delante y otros seis donde la narración retrocede, y al igual que en un tango los personajes van a mostrar sus sentimientos y tristezas. La película esta embriagada de nostalgia y de un espíritu filosófico donde se va a cuestionar la condición humana y donde va a tener una gran importancia el personaje de la niña, Estike

De hecho, será el personaje sobre el que girará el pensamiento nihilista que trata de transmitir el director a lo largo de su obra, especialmente a través de esa escena en la que Estike se rebela ante un destino inevitable, de la única manera que alguien se puede rebelar ante una situación así.  


Son muchas las escenas que 'Sátántangó' va a dejar en nuestra retina de por vida, pero entre ellas destacaría dos:

La escena de la basura en la calle, donde la lluvia y el viento embisten a dos personajes que andan por medio de una calle llena de basura. Aquí podemos apreciar que una buena banda sonora, no tiene porqué ser compuesta por grandes orquestas sinfónicas o grupos populares de rock, sino que el ruido del chapoteo, el barro o el viento, a veces son la mejor melodía para nuestros oídos. 

La escena del baile, que de alguna manera resume de lo que es capaz Béla Tarr. Con una duración de alrededor de veinte minutos, se convierte en una escena completamente hipnótica, con sutiles movimientos de cámara pero perfectamente coreografiada y sin perder en ningún momento la composición de los elementos que se mueven a lo largo y ancho del plano. 


Esta escena la vemos desde la visión de diferentes personajes, convirtiéndose en un punto convergente entre dos historias que se mueven hacia delante y hacia atrás. Por un lado, desde el punto de vista de la niña, en la que la escena del baile es desolladora y demoledora, y por otro lado desde dentro de la casa que se convertirá en una de las escenas más bellas y alegres de la cinta.

Se dice que el tango se baila "escuchando el cuerpo del otro", y de alguna manera así es como Béla Tarr entiende a sus personajes. A través de la pausa, la escucha y la corporeidad de los elementos que se plasman en la imagen, no necesita palabras para mostrar la crueldad y el realismo del pueblo húngaro, los movimientos y las lineas que trazan los cuerpos posicionados de sus personajes hablan por si solas. 


Son muchos los aspectos positivos que podemos rescatar de 'Sátántangó', y sin duda la experiencia en la que nos sumerge puede ser única, sobre todo si antes no habíamos visto una cinta con estas peculiaridades. En algunos momentos el espectador se puede sentir menospreciado por la exageración de su propuesta, no solo en términos de duración sino también por lo abusivo que es Béla Tarr en sus planos reflexivos o contemplativos.

A pesar de esto, el espectador tiene la oportunidad de admirar la sutileza con la que es llevada a cabo la obra y apreciar que existan películas con tanta personalidad. Aunque hay que tener en cuenta que cada vez la mente pierde más rápido el nivel de concentración y seguramente muchos espectadores se abstraerán  perdiendo el completo interés por la historia.


Por ello es importante, estar concienciado en lo que vas a ver, porque te va a llevar una ardua batalla contra el minutero, y también contra ti mismo, pero a la vez sacaras cosas muy positivas  de ver una película con las características que tiene 'Sátántangó'.  

Lo mejor: La experiencia única que ha permitido D´A Film Festival Barcelona.

Lo peor: Los abusivos planos reflexivos y su larga duración.

Valoración: 7/10

Tráiler: 



Cristian Fuster

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