En 2014 llegaba a los cines la nueva apuesta del aclamado director Paul Thomas Anderson, 'Puro Vicio' (Inherent Vice), responsable de algunas cintas que han pasado a la historia del cine. Valiéndose de una atractiva estética y de un reparto estelar, lanzó su nueva oferta en forma de comedia dramática disparatada, adaptación de la novela del también aclamado escritor Thomas Pynchon; la fórmula, está claro, prometía mucho.
La película arranca con una voz en off femenina que nos acompañará durante todo el recorrido y que nos presenta al personaje principal de esta extraña odisea, el carismático y asiduamente colocado Larry ‘Doc’ Sportello, interpretado de forma brillante, como ya nos tiene acostumbrados, por el gran Joaquin Phoenix.
El espectador es bombardeado casi desde el principio por una cantidad de información, personajes, nombres y sucesos que tardará un tiempo a digerir, si llega a hacerlo del todo, y este será el elemento que empañará por momentos la película, amén de algunos otros que podrían pasar más desapercibidos si no fuera por el caos que engloba la totalidad de la historia. La trama es disparatada por momentos, pero cuando lo caótico ocupa la primera línea de atención, nos sentiremos como el propio Doc después de echarse a la boca uno de los infinitos canutos que le vemos fumando en la pantalla; casi tendremos, como él, que sacar boli y libreta para tomar apuntes y averiguar así si lo que estamos viendo es una trama muy bien ligada o una longeva paranoia extravagante y psicodélica.
La parte de comedia funciona muy bien, es hilarante cuando se lo propone y además lo hace con estilo, pero habría que echar un vistazo a la obra de Pynchon para averiguar si el caos surge en la pantalla o venía ya bien marcada en las líneas de la novela. Me recordó a otras obras que, por querer abarcar demasiado o complicarse en exceso, pierden puntos en lugar de ganarlos.
Las mejores bazas de la película son, sin duda, la fotografía –con ese marcado y particular estilo 70’s–80’s, muy bien impregnado en los personajes, estos mismos y el guión, cuando funciona bien y no se convierte en un arma de doble filo. Otro punto que disgustará a muchos, y que en este caso considero que injustificado, es el de sobra extenso metraje –casi dos horas y media–, ya que fácilmente esta historia podría haberse resuelto en dos horas o menos, lo cual habría concentrado la gracia de la cinta y habría evitado algún que otro pinchazo.
El reparto de lujo, desde los actores principales hasta los más secundarios (Joaquin Phoenix, Josh Brolin, Katherine Waterston, Owen Wilson, Reese Witherspoon, Benicio del Toro, Joanna Newsom, Martin Short, Jena Malone y Eric Roberts, entre muchos otros) y lo bien caracterizados y diferenciados que están cada uno de ellos, ayuda sin duda a ensalzar la fuerza de los personajes a los que interpretan, pero aun así uno sigue quedándose con un sabor agridulce que lo acompaña durante gran parte del visionado.
Se esperaba más de Thomas Anderson, director de trabajos notables y brillantes, como lo fueron 'Boogie Nights' (1997), 'Magnolia' (1999) o 'Pozos de Ambición' (2007). Como es costumbre, el director ha hecho suya la película, la ha impregnado de su estilo y magnetismo, pero no ha conseguido dar lo mejor de sí, y prueba de ello fue la casi extrema división que causó entre la crítica, ya que algunos la clasificaron casi de obra maestra y otros de tediosa e insoportable. No creo que alcance estos extremos en ninguno de los casos, sino más bien se queda a medias. No es una gran película pero tampoco mala; aunque para gustos, colores. Habrá que esperar al año que viene para ver qué nos ofrece Anderson en esta ocasión; eso sí, volviendo con Daniel Day–Lewis, lo cual es siempre una buena garantía –aunque también suele serlo Phoenix–. Veremos cómo sale la cosa.
Lo mejor: los personajes, Joaquin Phoenix y parte de la historia, que logra atrapar con el ritmo.
Lo peor: el extenso metraje y el caos generalizado que se apodera de la película.
Valoración: 6’5 / 10
Trailer:
Sinopsis:
California, año 1970. A Doc Sportello, un peculiar detective privado de Los Ángeles, le pide ayuda su exmujer, una seductora "femme fatale" debido a la desaparición de su amante, un magnate inmobiliario que pretendía devolverle a la sociedad todo lo que había expoliado. Sportello se ve envuelto así en una una oscura trama, propia del cine negro. Adaptación de la novela homónima de Thomas Pynchon publicada en 2009.
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