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jueves, 2 de enero de 2020

Crítica de 'The Mandalorian' - Star Wars en todo su esplendor.

Esta última década, todo lo que viene de la mano de Jon Favreau tiene el sello de garantía asegurada, pues es el director que está detrás de éxitos como 'El Rey León' (2019), 'El Libro de la Selva' (2016), 'Iron Man' (2008), además de actuar y ser uno de los productores ejecutivos de la mayoría de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel. Pero, por si no fuera poco, si se lanza a realizar producciones de menor presupuesto como #Chef (2014), tiene el éxito asegurado igualmente. 
Prueba de esto es lo ocurrido con 'The Mandalorian', la serie de Disney+ dentro del universo Star Wars, la cual ha sido todo un éxito, y no es para menos.


Esta primera temporada de 'The Mandalorian' (segunda en producción) se sitúa cronológicamente 5 años después de 'El Retorno del Jedi' (1983) y 25 años antes que las últimas 3 películas protagonizadas por Daisy Ridley. Nos narra la historia de un solitario cazarrecompensas que, según su Credo, tiene prohibido enseñar su cara a cualquier ser viviente, pero, todos sabemos que el hombre que hay detrás es Pedro Pascal ('Narcos', 2015), quien declaró en una entrevista que el mandaloriano vive 'en conflicto consigo mismo' y para poder transmitirlo sin contar con las expresiones del rostro tuvo que regresar a su raíz artística como actor de teatro.

Si nos centramos en la historia, estamos ante un western de ciencia ficción perfectamente estructurado en 8 capítulos. La mayoría de ellos tienen un principio y un final en el mismo capítulo, pero con un nexo que une los 8.

Nos atrevemos a decir que estamos ante una de las mejores historias desde la primera trilogía de Star Wars, pues no llega a explicar de forma totalmente masticada la historia de los mandalorianos y lo ocurrido con El Imperio, y se deja espacio para que el espectador saque sus propias conclusiones. Además, cada capítulo está plagado de referencias a las películas de Clint Eastwood o John Wayne que no dejarán indiferente a nadie.

Todo está muy bien conectado y no hay capítulos de relleno, todos aportan algo a la trama. Se nota que hay pasión por el trabajo realizado y por el universo Star Wars en general. Se ha trabajado una historia desde el respeto a la franquicia y con ganas de aportar frescura y novedad.

Por lo que respecta a los personajes, todos ellos tienen mucho carisma y es muy fácil simpatizar con ellos. Algunos tienen muchísima más fuerza que los vistos en la saga de Star Wars, como es el caso de IG-11, el cual demuestra ser más relevante que C3PO en sus últimas apariciones.
Muchos tienen una presencia destacable, compartida junto con el personaje principal, y algunos tienen escenas y momentos memorables, como es el caso de Kuiil.
Hay un gran trabajo de construcción de personajes con frases, movimientos, gestos y acciones. Estos llegan a los espectadores desde el primer momento. Por no hablar de Baby Yoda (hasta que sepamos su nombre real), quien se ha ganado a todo el público, como no...




Pero, todo esto no tendría una fuerza tan grande si no fuera por el acompañamiento de la Banda Sonora Original, la cual siempre ha tenido gran presencia en todas las películas del universo de George Lucas. En este caso, se ha creado un tema principal y único para El Mandaloriano, que tiene tintes de western y misterio y sobre él se han trabajado el resto de temas. Tiene notas de optimismo, fuerza y valentía, mostrando con instrumentos el temperamento del personaje principal.
Nuevamente vemos las referencias a míticos westerns de la historia del cine.



La estética visual y los efectos especiales son magníficos, pese a contar con un presupuesto infinitamente menor que las películas. No faltan las batallas con blasters, los viajes espaciales, los saltos a la velocidad de la luz, las naves...y están perfectamente definidas y modeladas. Se crea una atmósfera idónea en cada planeta y cada momento.

Lo único que puede inquietar a los espectadores más jóvenes es Baby Yoda, el cual no está hecho de CGI, sino que es una marioneta, la cual está muy lograda, pero se nota su diseño. Pese a esto, encaja perfectamente y a los más nostálgicos les hará recordar el diseño del primer Yoda.

















Dicho esto, podemos afirmar que estamos ante una historia que supera con creces lo visto en el episodio VII, VIII, IX. Es pura esencia Star Wars, pero con una historia valiente, fresca, atrevida e independiente. Se aleja de 'escenitas made in Disney' y va directa al grano, a lo que el verdadero fan de Star Wars quiere.

Lo mejor: El respeto por la saga mezclado con el atrevimiento por hacer algo nuevo y diferente.

Lo peor: Que al espectador le pueda parecer que algún capítulo es relleno, pero realmente todos son necesarios.



Valoración: 9 sobre 10


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