Hace poco se confirmó lo que ya adelantamos en nuestra web hace unas semanas; y es que, ahora sí podremos decir que habrá tercera temporada de 'Sucesor designado'. Parece que la serie protagonizada por Kiefer Sutherland, todavía no ha dicho su última palabra, ya que así lo confirmó Netflix hace unos días cuando hizo oficial la continuación de esta serie.
Esta serie que empezó siendo emitida en ABC se ha cambiado, como otras muchas, a la plataforma digital más conocida del mercado. Para quien todavía no conozca la serie, esta trata sobre Tom Kirkman, un miembro de rango medio del gabinete de la Casa Blanca que debe asumir el cargo de Presidente cuando un devastador ataque terrorista en Washington, durante el discurso del Estado de la Nación, acaba con la vida del anterior presidente y de sus principales sustitutos. Aquí os dejamos con el tráiler de la serie.
Tras el anuncio de ABC sobre la cancelación de 'Sucesor Designado', muchos fans quedaron desilusionados al saber que la serie no llegaría a la tercera temporada, lo que fue una sorpresa para algunos de estos. Y es que, a pesar de que las audiencias descendieron conforme la segunda temporada fue pasando, esto no quita los premios que ya consiguió en 2016 y 2017. Es por ello que la serie protagonizada por Kiefer Sutherland puede que llegue a ver la luz con una tercera temporada.
Parece que el equipo está en con tacto con Netflix para continuar la serie de manera online; además, parece que la plataforma está muy interesada en hacerse con los derechos de la serie, por lo que hay esperanzas para que la serie creada por David Guggenheim tenga algo más que dos temporadas. Como ya sabemos, esta no sería la primera vez que una cadena cancela una serie y se cambia de canal. Los casos más claros los podemos ver en Atresmedia con 'La casa de papel' en Netflix, 'Velvet' en la plataforma de pago Movistar+ con 'Velvet colección' o 'Vis a vis' con su tercera temporada en FOX.
Por lo tanto, ahora solo queda esperar para ver si los productores de la serie y la plataforma llegan a un acuerdo para conseguir que se haga una tercera temporada de 'Sucesor designado'. Nosotros iremos informando de todas las novedades; mientras tanto, dejamos el tráiler de cómo comenzó la serie para los que todavía no la hayan visto.
Porque entre Ben E. King y Loquillo me quedo con el primero, y porque de feo, fuerte y formal solo tengo un poco de lo último, a partir de ahora me referiré a la cinta de Rob Reiner con su título original: 'Stand by me' (1986). Aunque bien podría titularse 'Los Goonies 2' si no fuese por la norma no escrita de que las segundas partes siempre son peores.
Los puntos en común entre una y otra cinta no son nada desdeñables. Para empezar, la premisa es la misma: un grupo de amigos pre-adolescentes en busca de un objetivo delimitado, un tesoro en el caso de 'Los Goonies' (1985) que se convierte en el cadáver de un compañero en el relato de Evans y Guideon, guionistas de la película que parten una vez más de una novela de Stephen King. También se sostiene la tesis de que cuantos más años tienes, más indeseable (e incluso estúpido) te vuelves. Y por supuesto, mantiene los niveles de cursilería y sensiblería bastante altos. E incluso repite en el repartoel malcarado e insolente Corey Feldman.
Ahora bien, hay que reconocerle a 'Stand by me' una banda sonora fantásticamente escogida que te sumerge en ese verano americano que los niños de ciudad nunca vivimos: tórrido, brillante e imaginativo con canciones que van desde el 'Everyday'de Buddy Holly al 'Yaketi Yak'de The Costers pasando por el clásico 'Lollipop'de Chordettes. Y porque el escenario es mucho más dado a evocar la nostalgia de esos estíos de mediodías demasiado calurosos, de noches a la fresca, de aventuras a media tarde y pasatiempos que ahora nos resultarían cavernícolas por la ausencia de teléfonos móviles. Con colores ligeramente satinados que imprimen la sensación de que el tiempo ha pasado.
Y sí, da igual que no hayamos pisado nunca territorio yankee, o que no hayamos veraneado jamás en un pueblo o una aldea. A pesar de ser cursi, 'Stand by me' evoca a recuerdos lejanos, y los trae con fuerza, como una ráfaga de viento con olor a hierbabuena.
En los personajes del maldito Wil Wheaton (cualquiera lo reconocería si solo lo ha visto como archienemigo de Sheldon Cooper), del desaparecido River Phoenix (irónicamente bromea sobre la más que posible prematura muerte del personaje de Feldman), de Jerry O'Conell y del propio Feldman cualquiera es capaz de sacar parecidos con ese niño de nuestra antigua pandilla, con nosotros mismos o con otros nanos de los que deambulaban por el patio. La película es entrañable, en parte también por las tremendas interpretaciones de estos mocosos, dirigidos con mucha mano por Reiner, y porque sus papeles se ajustaban considerablemente a su forma de ser.
Igual de consistente está Kiefer Sutherland en el papel de villano, a pesar de que el prota de '24' (2001) está más alejado del comportamiento de su personaje. Su timidez se convierte aquí en una fanfarronería que roza la psicopatía, como si se transformase en Xavi Daura de los Vengamonjas (el parecido no pasa por alto).
Lo que sí que sobra absolutamente es la trama de Wheaton con su hermano mayor John Cusack. Presentada de una manera tan exagerada que resulta del todo increíble, y la pena que en un principio podía dar, queda en mísero patetismo.
La balanza de lo negativo y lo positivo estaría bastante equilibrada. El pastelón en el que en muchos momentos se convierte la película no empalaga, en todo momento la cinta es entretenida y dinámica. Por ejemplo, las frases finales del escritor (directamente vomitivas) son contrarrestadas por la magnífica conversación que tienen alrededor del fuego como si de 'Aquellos maravillosos 70' se tratase. Da la sensación de que el envoltorio del producto sea una completa ñoñería, pero por dentro tiene joyas que descubrir.
La película está destinada a tocar la fibra sensible y, aunque dé rabia, lo consigue.
Lo mejor: La dirección de actores de Rob Reiner y la complicidad de los cuatro protagonistas. Lo peor: La ñoñería.
En 'Enganchados a la muerte', cinco estudiantes de medicina, con la esperanza de desentrañar el misterio de lo que aguarda más allá de los confines de la vida, emprenden un atrevido y peligroso experimento. A base de detener su corazón durante un breve lapso de tiempo, cada uno de ellos sufre una experiencia cercana a la muerte. A medida que la investigación se vuelve cada vez más peligrosa, se verán obligados a afrontar los pecados de su pasado, además de vérselas con las consecuencias paranormales de sus incursiones del más allá.
Sony Pictures España lanza el tráiler de la película dirigida por Niels Arden Oplev y protagonizada por Ellen Page, Diego Luna y Kiefer Sutherland.
Que en 2015 se hagan western tradicionales es muy reconfortante. 'Forsaken' refleja las películas del oeste de los años 50 y 60, algo que siempre es complicado de conseguir. En la sociedad cinematográfica en la que vivimos cada vez se excede más con demasiados efectos especiales y ya no solo nos referimos a películas de superhéroes, si no en todos los géneros. No hay más que ver la última película de Tarantino 'Los odiosos ocho' (2016), para ver un western con los toques modernos, como varios flashbacks.
Al no sucumbir a los efectos visuales y especiales, 'Forsaken' se centra en el argumento. Un pistolero que no quiere matar y termina siendo forzado a volver a una vida que quería evitar. Incluso en algunos momentos nos puede recordar a películas del estilo de John Ford o Clint Eastwood, ya que tiene todos esos detalles de los clásicos; los amores del pasado (Demi Moore) y un padre (Donald Sutherland) y un hijo (Kiefer Sutherland) que tienen problemas entre ellos.
El director de la cinta Jon Cassar ya conocía a Kiefer Sutherland de la mítica serie '24' (2001). Así que no dudo en ningún momento en contar con la leyenda Jack Bauer para su película. Lo que fue una sorpresa, incluso para Kiefer es que Donald Sutherland, su padre, sería su padre también en la película. Es la primera vez que trabajan juntos y ahora sabemos que deberían haberlo hecho antes. La gran parte del peso de la película es la relación de ellos, una actuación sincera, la cual nos hará emocionarnos. En las películas de vaqueros como género hay buenos y malos, pero en esta ocasión el personaje de Kiefer esta en un punto intermedio y eso en gran parte se debe al trato con su padre. Lo bueno que no solo este personaje estará en este punto.
En definitiva, la película no llega al nivel de la maravillosa 'Sin Perdón' (1992) y al final todo se resuelve demasiado deprisa, pero si cada 10 años sale un western que se aleja de Hollywood y nos trae una película del oeste más clásica, se agradece.
Lo mejor: Padre e hijo. El argumento.
Lo peor: Que Kiefer Sutherland no tenga más papeles y un final demasiado en desacorde con el ritmo de la película.
En 1972, John Henry (Kiefer Sutherland) regresa a su ciudad natal tras haber abandonado su vida como pistolero y su reputación como veloz asesino, con la esperanza de arreglar la relación con su padre, el reverendo Clayton (Donald Sutherland). Al llegar, descubre que una banda tiene aterrorizado al pueblo con el fin de conseguir que los terratenientes vendan sus tierras para que el tren pase por el pueblo. John Henry es el único que puede detenerlos, pero su padre no quiere que su hijo regrese a una vida de violencia.